Contigo me siento en esta noche, solitaria, a veces temerosa. Porque no se cual es mi porvenir. Solo se que tu estás en medio de él, y me siento confiada.
Y quiero hablarte, contarte de mis sueños, de mis anhelos, vaciar el alma. En una oración larga y tendida, abrir mi alma y que la veas, que tus manos sanen esas heridas que se abren, ese dolor en el corazón.
Que cuando sangren las lágrimas, tu me las enjugues y todas en tu redoma las recojas. Y que tengas misericordia de mi vida, que me abraces y no me sueltes nunca. La necesidad de ti es cada día más grande, es un clamor de mi corazón al cielo... no me dejes... no me dejes nunca...
Y cuando veo al cielo, el rayo del sol me dice que me sonríes, tu saludo matutino. Y al medio día el sol creciente me abraza y me dice que estás conmigo. Por la noche la luz de la luna me dice que has encendido el foco para que no me pierda...
Me arropas, me acunas con tu amor eterno. Y es donde me refugio, cuando se queda todo en silencio. Y el ahogo de mis gritos internos tu los acallas con tu palabra... la esperanza que me das es sin igual...
Aqui sentada, a la par tuya, compartiendo una noche más de soledad... esperando escucharte en los susurros de la noche... esperando me hables de tu voluntad en mi vida...
Y esperando las nuevas misericordias del día de mañana, donde el cielo se vestirá de azul, y el aire se volverá más limpio... donde encontraré un nuevo sueño... donde me vestiré de nuevas alegrías... porque tu estás ahi... mi Padre, mi Señor.
Lore.25.08.08
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